El tuina es el sistema de masajes conocido más antiguo y pertenece a las herramientas terapéuticas de la Medicina Tradicional China.
Se trata de una terapia de movimiento que se emplea en China como tratamiento natural desde la antigüedad. Cada vez más extendido en nuestro entorno, el masaje tuina ha dado lugar a la gran variedad de técnicas manuales que existen.
Literalmente, tuina significa “empuje y agarre” y está fundamentado en la teoría de los meridianos de la MTC. El objetivo de esta técnica es restablecer el libre flujo de Energía (Qi) y Sangre (Xue) en la red de canales. Y, de esta manera, recuperar la armonía en los trastornos superficiales y profundos.
¿Cuándo se puede emplear el masaje tuina?
El masaje tradicional chino no sólo se emplea en la recuperación de alteraciones estructurales de músculos, piel, tendones, huesos y ligamentos. También se utiliza con éxito en desequilibrios más internos que tienen relación con los órganos y su funcionamiento.
En el masaje tuina se aplican una serie de maniobras como amasar, rodar, presionar, friccionar, pellizcar o empujar. Éstas se realizan sobre siguiendo el recorrido de los meridianos energéticos y actuando sobre unos puntos acupunturales concretos. Con estas manipulaciones estimulamos la zona tratada, ayudando a recuperar la circulación sanguínea y energética.
Donde no fluye la sangre hay dolor… donde fluye la sangre, no hay dolor.
Según la Medicina Tradicional China, donde hay dolor hay bloqueo de Qi y Sangre y, por tanto, hay enfermedad. De esta manera, con el masaje eliminamos estos bloqueos, abriendo los canales y dejando paso libre a la Sangre y la Energía.
¿Qué efectos tiene el masaje tuina?
El masaje terapéutico chino tiene múltiples beneficios sobre el organismo. Entre ellos, podemos encontrar:
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Regula la función nerviosa
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Fortalece la resistencia del cuerpo frente a la invasión de influencias nocivas
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Vigoriza los tejidos
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Mejora la circulación sanguínea
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Flexibiliza las articulaciones
En la sesión de tuina, el terapeuta realizará previamente una completa valoración del estado de la persona y, a partir de ahí, realizará las manipulaciones en las zonas, puntos y meridianos adecuados para tratar el desequilibrio concreto.
Esta técnica a menudo se combina con otras como acupuntura, ventosas, electroacupuntura y fitoterapia china para incrementar su eficacia terapéutica.