Uso terapéutico del Tai Chi
Beneficios de la práctica de este
arte oriental milenario
El Tai Chi es una práctica milenaria de origen chino que llega hasta nuestros días y que reporta múltiples beneficios a nuestro organismo.
Se trata de una actividad corporal suave que integra la postura, el movimiento, la respiración y la mente para conseguir un bienestar físico, mental y emocional.
¿En qué consiste el Tai Chi?
La práctica habitual del Tai Chi está enfocada a conseguir una correcta circulación del Qi (Energía) y de la Xue (Sangre) por todo el cuerpo. De tal forma que cuando ambas circulan favorablemente, no existen bloqueos y nos encontramos al máximo de nuestras capacidades.
De manera contraria, si se dan dichos bloqueos en el sistema energético, lo que ocurrirá es que aparecerán tensiones, enfermedad y otras situaciones poco positivas para nuestra salud.
Si el hombre mantiene su cuerpo activo, el organismo puede asimilar el Qi de los cereales y la sangre circula con fluidez. De este modo se evitan las enfermedades, ya que el hombre es como una bisagra que, con un uso frecuente, no se oxida.
Hua To
El Tai Chi nos ayuda así a lograr un estado de bienestar, serenidad y salud. Para ello, la práctica debe ser habitual y guiada por un instructor, que asegure que la realizamos correctamente. Éste nos enseñará a adoptar la postura adecuada, a regular nuestra respiración y a sentir física y emocionalmente el ejercicio.
¿Qué beneficios obtenemos con la práctica del Tai Chi?
Entre los múltiples beneficios que aporta, podemos encontrar:
- Ayuda a la relajación física y mental, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad.
- Aumenta nuestra flexibilidad, equilibrio y coordinación. Estos aspectos repercuten tanto en el plano físico, como en el emocional y mental.
- Mejoraremos la función respiratoria. Con ello, aumentamos la oxigenación de nuestro cuerpo, haciendo que nuestro cerebro produzca más endorfinas. Ellas con las responsables de que nos encontremos más alegres y optimistas. Además, la oxigenación retrasa el proceso de envejecimiento y aumenta nuestro sistema inmune.
- Al estimular la circulación sanguínea y energética, prevenimos diversas patologías y contribuimos a sanarlas en el caso de que ya existan.
Estos son sólo algunos de los efectos positivos que aporta la práctica del Tai Chi. Es importante destacar que la constancia y disciplina en la práctica son esenciales para obtener resultados reales.